jueves, 15 de julio de 2010

ESTREÑIMIENTO


Las causas más comunes del estreñimiento son una dieta inadecuada, el estrés o la falta de ejercicio y aire fresco. El estreñimiento no sólo produce una sensación general de malestar, sino que las toxinas que el cuerpo acumula pueden producir o agravar numerosos achaques, incluyendo fuertes dolores de cabeza, hipertensión, ardor de estómago, catarro, artritis y reumatismo.

También puede agriaros extremadamente el carácter. La solución más sencilla es tomar una dieta rica en fibra que incluya frutas y verduras frescas, especialmente manzanas, peras y hortalizas
verdes, mucho yogur natural y grandes cantidades de agua. Descartad los platos muy condimentados, la carne roja, el café y el té. Evitad especialmente las comidas rápidas y de mala calidad.

El estreñimiento es una de las causas más frecuentes del «dolor de barriga» y la languidez pálida de los niños y hemos de tener presente que no debemos permitir que terminen por depender de los laxantes, sino habituarles a utilizar el servicio cada día a la misma hora por más que crean que es una pérdida de tiempo.

Los consejos más antiguos y sencillos para conseguir que los intestinos funcionen regularmente iban desde tomar un vaso de agua fría mañana y noche , por el contrario, tomar una bebida
caliente y fumarse una pipa después del desayuno. Los baños de agua fría competían en popularidad con los baños de asiento en agua helada durante 15 segundos, mientras que los más moderados se atenían al viejo recurso de tomar cada mañana una cucharada de miel o a la infalible «manzana diaria» .

Las elegantes nodrizas y las severas niñeras recurrían a la jalea de pétalos de rosa o al jarabe casero de higos, preferibles ambos a la costumbre de ciertos países suramericanos de mascar hojas secas de mostaza o de administrar un enema de agua de semillas de pimentero; un remedio que me parece que, probablemente, más que curar, mata.

• Caramelos de regaliz. Resultan eficaces pero hace falta limpiarse los dientes después de tomarlos.
• Aceite de romero, hisopo, hinojo, mejorana o manzanilla. Un niño se sentirá mucho mejor si frotáis su pobre barriga dolorida con un poco de aceite aromático. Friccionando suavemente el
abdomen con unas pocas gotas de cualquiera de estos aceites esenciales diluidas en aceite de oliva o de girasol
• Aceite de castor y zumo de naranja. Tomar una mezcla de cada uno de ellos es mejor que tomar parafina líquida o cascara sagrada.
• Sales. Todas son eficaces, desde las de Glauber y Carlsbad a las de Andrews y de la higuera.
• Aceite de oliva. Una cucharadilla de aceite de oliva o de cualquier buen aceite vegegal tomada cada mañana lubricará el sistema.
• Salvado. Dos cucharadillas diarias al principio pueden tener efectos dramáticos, pero tomadas cada mañana, espolvoreadas sobre los cereales, asegurarán un movimiento intestinal regular. Los niños pequeños pueden tomar un poquito en la punta de una cuchara.
• Melaza. Rica en vitamina B. Tomadla mezclada con leche, zumo de frutas o agua.
• Miel y agua caliente. Empleadla en la proporción de 1 cucharadilla por cada taza de agua caliente.
• Limón y miel. Exprimir el zumo de 1/2 limón en agua caliente con un pellizco de sal marina y 1 cucharadilla de miel.
• Musgo de Islandia. Tomaros a sorbos el agua en la que se haya cocido musgo de Islandia a fuego lento.
• Ruibarbo. Cocedlo a fuego lento con miel y coméoslo, o bien bebed cada mañana el zumo de los frutos cocidos.
• Patatas asadas con piel. Tomadlas solas, piel incluida; alivian el estreñimiento y son también eficaces para combatir la migraña.
• Zumos de frutas y de verduras. Para que sean eficaces al máximo, si os es posible, preparadlos vosotros mismos con productos frescos y bebedlos inmediatamente.
• Zanahorias. Las zanahorias crudas aportan a la dieta vitaminas y sales minerales. Probad también esta nutritiva sopa cuyo sabor ligeramente dulce gusta a los niños y actúa como un laxante suave.

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